Entiende y deduce el funcionamiento de los organismos vivos, tanto en lo que llamamos salud, así como en lo que conocemos como enfermedad., basándose en los fenómenos físicos tales como temperatura, presión, volumen, fototropía, electromagnetismo, etc., estos actúan en todos los eventos fisiológicos que ejecuta un organismo vivo. La piedra angular de este tipo de medicina, es observar a la naturaleza, pues los eventos físicos, químicos, biológicos, etc. que observamos en esta, también se reproducen en un organismo vivo como el cuerpo humano.
Esta nueva perspectiva ha marcado un hito en la historia de la medicina pues por fin algunos médicos se han dado cuenta que el organismo es sistémico, metabólico y compensatorio, que a la naturaleza no la debemos modificar ni tampoco le podemos enseñar, sino al contrario tenemos muchísimo que aprender de ella. Al tener este conocimiento, el médico biofísico no suprime los signos y los síntomas que el organismo genera para defenderse de una enfermedad, sino al contrario analiza y deduce que para que se den estos signos y síntomas es porque ha habido cambios en la presión, volumen, temperatura, pH y campo magnético del órgano o tejido afectado, y de esta misma manera el médico biofísico cambiando los factores antes mencionados ayuda a su paciente a recobrar la salud.
No olvidemos que el ser humano es un todo integral, y que las emociones juegan un papel crucial para el desarrollo de las enfermedades. Por eso todas las emociones que conocemos como “buenas o malas” (alegría, miedo, coraje, depresión, resentimientos, etc.) provocan la producción de neurotransmisores químicos como la adrenalina y la noradrenalina, las cuales a través del sistema nervioso central, modifican el flujo eléctrico alterando las funciones que éste acciona o desencadena en un grupo celular determinado, de ahí la importancia y la relación que guardan las emociones como detonantes de alteraciones fisiológicas (enfermedades).
Esta nueva perspectiva ha marcado un hito en la historia de la medicina pues por fin algunos médicos se han dado cuenta que el organismo es sistémico, metabólico y compensatorio, que a la naturaleza no la debemos modificar ni tampoco le podemos enseñar, sino al contrario tenemos muchísimo que aprender de ella. Al tener este conocimiento, el médico biofísico no suprime los signos y los síntomas que el organismo genera para defenderse de una enfermedad, sino al contrario analiza y deduce que para que se den estos signos y síntomas es porque ha habido cambios en la presión, volumen, temperatura, pH y campo magnético del órgano o tejido afectado, y de esta misma manera el médico biofísico cambiando los factores antes mencionados ayuda a su paciente a recobrar la salud.
No olvidemos que el ser humano es un todo integral, y que las emociones juegan un papel crucial para el desarrollo de las enfermedades. Por eso todas las emociones que conocemos como “buenas o malas” (alegría, miedo, coraje, depresión, resentimientos, etc.) provocan la producción de neurotransmisores químicos como la adrenalina y la noradrenalina, las cuales a través del sistema nervioso central, modifican el flujo eléctrico alterando las funciones que éste acciona o desencadena en un grupo celular determinado, de ahí la importancia y la relación que guardan las emociones como detonantes de alteraciones fisiológicas (enfermedades).
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